Este jueves se votará en el Senado una ley clave para las universidades, pero ya se anticipa que si es aprobada, el presidente Javier Milei la vetará. Ante esta situación, los gremios docentes están listos para movilizarse y advierten que, si el veto se concreta, habrá una marcha masiva en protesta.
La ley busca, entre otras cosas, aumentar los fondos para las universidades, con el objetivo de mejorar el salario de los profesores, que actualmente enfrentan una realidad alarmante: el 85% de ellos gana por debajo de la línea de pobreza. Esta situación ha llevado a que más del 10% de los docentes universitarios renuncien a sus puestos, optando por trabajos en el sector privado, donde las condiciones laborales son más favorables.
Los gremios docentes, junto con la Federación Universitaria Argentina (FUA) y los rectores de las universidades, ya están coordinando acciones en caso de que el veto presidencial se haga realidad. Marcelo Creta, secretario de Políticas Universitarias de Ctera, advirtió en declaraciones a La Política Online que «si Milei veta la ley, vamos a salir a la calle». Las movilizaciones podrían convertirse en un nuevo capítulo del conflicto universitario, que ha escalado a medida que se agrava la situación económica de los docentes.
Según Creta, el panorama en las universidades es preocupante. Cada vez más estudiantes, debido a la crisis económica, no pueden asistir regularmente a clases y piden que les envíen el material por correo electrónico o WhatsApp, ya que no pueden costear los gastos para trasladarse. Además, los salarios de los docentes han quedado muy rezagados en comparación con otros sectores: «Nuestros aumentos salariales quedaron 17% por debajo de los empleados estatales nacionales y 27% de los provinciales», explicó Creta.
La votación en el Senado es apoyada por el bloque oficialista de Unión por la Patria (UP) y la Unión Cívica Radical (UCR), quienes sumarán los votos necesarios para aprobar la ley. Sin embargo, el Gobierno nacional ya anunció que tiene previsto vetarla, lo que podría encender aún más el conflicto y desencadenar protestas multitudinarias en defensa de la educación pública y de los derechos de los docentes.
El futuro de la educación universitaria está en juego, y tanto los estudiantes como los docentes están en alerta, conscientes de que el veto presidencial podría profundizar aún más la crisis que atraviesan las universidades argentinas.