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Sostienen que comenzó un importante éxodo de docentes universitarios 

El exilio de docentes universitarios en Argentina se ha intensificado, y este fenómeno se enmarca en un contexto de bajos salarios y creciente presión económica. Guillermo Solovey, director del Instituto de Cálculo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, anunció su decisión de migrar a la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) por mejores condiciones salariales y la oportunidad de enfocarse en la investigación. Su experiencia es reflejo de una tendencia: “La costumbre de buscar trabajos en el exterior o en instituciones privadas para complementar el salario afecta la calidad de la educación que ofrecemos”.

Desde el inicio de 2024, varias facultades han experimentado una fuga significativa de docentes. En la Facultad de Agronomía, 30 docentes han renunciado, mientras que en Veterinaria la cifra asciende a 48. El decano de Farmacia y Bioquímica, Pablo Evelson, destaca que “hemos perdido un 20% de nuestros docentes en el último año”, enfatizando la gravedad de la situación. La falta de financiamiento y recursos está afectando seriamente la calidad educativa en laboratorios y clases.

Ricardo Gelpi, rector de la UBA, también subraya el problema, afirmando que se ha vuelto un tema recurrente: “Los docentes se están yendo”. Este fenómeno es más acentuado entre aquellos con dedicación exclusiva, quienes, a pesar de sus años de dedicación, ven como su salario se desvanece ante la inflación y el costo de vida. Juan Balestro, secretario de Vinculación Institucional de la UTN, aclara que muchos docentes están obligados a dejar la docencia por razones económicas, con sueldos que no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.

Ingresos y Vocación

El impacto de la crisis salarial es notable. Los docentes con dedicación exclusiva reciben entre $800,000 y $830,000 mensuales, mientras que en comparación, los sueldos en universidades privadas pueden ser tres veces mayores. Esta disparidad ha llevado a muchos a dejar sus puestos en instituciones públicas en busca de mejores oportunidades. Una docente de la UBA comparte su experiencia: “Hoy estoy ganando tres veces más en una institución privada”.

Además, la falta de incentivos para formar nuevos docentes se convierte en un obstáculo, y la retribución para ayudantes y otros cargos de inicio es irrisoria en comparación con lo que podrían ganar en el sector privado. Balestro indica que sin una renovación constante de la planta docente, se corre el riesgo de deteriorar los estándares de calidad educativa.

Propuestas de Mejora y Futuro Incertidumbre

El conflicto entre los salarios y la vocación educativa ha llevado a un panorama incierto en el sistema universitario argentino. La lucha por la actualización de sueldos se intensificó tras la llegada de Javier Milei al poder, quien ha ofrecido aumentos que son percibidos como insuficientes por los gremios docentes. Con un sistema educativo donde los salarios y la calidad de vida de los docentes se ven comprometidos, la pregunta sigue siendo: ¿Qué futuro les espera a las universidades y a quienes las sostienen con su labor?

La situación actual revela un dilema profundo: mientras muchos profesores se ven forzados a abandonar la enseñanza por motivos económicos, el futuro de la educación universitaria en Argentina pende de un hilo. Sin respuestas efectivas y cambios significativos, el éxodo de docentes puede convertirse en una crisis irreversible para la educación superior en el país.

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