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Una encuesta revela cuál es el principal motivo de discriminación en la Argentina

Fue determinado por un estudio realizado por investigadores en Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Fue determinado por un estudio realizado por investigadores en Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En Argentina, el principal motivo de discriminación es, por lejos, la ideología o las creencias políticas. Los inmigrantes latinoamericanos, las personas con discapacidad intelectual y las mujeres son los grupos que enfrentan los mayores niveles de prejuicio. Así lo determina un estudio realizado por Joaquín Ungaretti y Edgardo Etchezahar, investigadores del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La investigación también observó que las personas de género masculino presentan mayores niveles de prejuicio hacia casi todos los grupos en comparación con el género femenino, a excepción del prejuicio hacia la homosexualidad, donde no se hallaron diferencias significativas entre los géneros.

Estos resultados, basados en 1747 casos de siete grandes regiones del país entre el 19 y el 22 de junio, replican casi con exactitud los obtenidos en la primera versión del mismo estudio desarrollado en 2020. Según los autores, esto refleja que el prejuicio hacia determinados grupos sociales constituye un problema estructural en Argentina.

La gran diferencia con la encuesta actual sobre discriminación
La única gran diferencia observada respecto a la investigación del 2020 se encuentra en los niveles de prejuicio según la edad. Esta vez fueron los más jóvenes, personas entre 18 y 29 años, quienes presentaron mayores niveles de prejuicio hacia todos los grupos sociales evaluados.

«Esto es una tendencia que vamos a tener que seguir explorando, pero en principio una de las interpretaciones posibles tiene que ver con que, si bien en la actualidad los jóvenes son más abiertos y tolerantes que generaciones anteriores, en el particular contexto argentino, los jóvenes son un grupo muy golpeado por las sucesivas crisis económicas y es probable que el aumento de la competencia percibida y la escasez de recursos pueda ser un factor relevante en el aumento de la hostilidad hacia diferentes grupos sociales», dijo Ungaretti a La Nación.

Además, agregó: “Estamos asistiendo a un clima político nuevo con un Gobierno que cuestiona lo que en épocas pasadas era considerado políticamente correcto, generando mayor libertad para expresar opiniones más fuertes”.

De acuerdo con Ungaretti, es necesario diferenciar los conceptos de estereotipo, prejuicio y discriminación, ya que, a pesar de que pueden parecer sinónimos, no lo son. “Los estereotipos son esa imagen mental que nos viene rápidamente a la mente cuando pensamos en un sujeto o grupo, mientras que el prejuicio es esa imagen sumada a un afecto generalmente negativo. La discriminación ya no es solo la imagen mental junto con el afecto, sino que es el prejuicio llevado a la acción”, explicó.

Ideología o creencias políticas: primer puesto en discriminación
En cuanto a los motivos por los cuales se experimentó discriminación, la ideología o las creencias políticas ocupó el primer puesto con el 45,2%, seguido por la edad con 18,8% y alguna condición física o mental, 14,4%. Más atrás quedaron el género, 12,4%; religión, 5,7%; color de piel, 1,8%; orientación sexual, 1,1%; y etnia, 0,6%.

“Décadas de extrema polarización política no han sido inocuas para las relaciones entre los ciudadanos argentinos. Por el contrario, se ha convertido en el eje central sobre el que gira el problema de la discriminación en Argentina”, dijeron los autores.

Los participantes del estudio consideraron que “los villeros”, las personas en situación de pobreza y los indígenas son los grupos más discriminados en el contexto argentino. Por el contrario, consideraron que las mujeres, los grupos feministas y los adultos mayores son los menos discriminados.

Ante la pregunta acerca de haber experimentado algún tipo de discriminación en el último año, el 35,3% de los 1747 participantes del estudio indicó que sí. Es decir, casi cuatro de cada diez argentinos declararon haber experimentado algún tipo de discriminación, apenas por debajo del 38,8% del estudio anterior.

“Los números continúan siendo preocupantes. Además, estos valores pueden estar reflejando solo la ‘punta del iceberg’. Muchos actos discriminatorios se encuentran naturalizados e invisibilizados y, lamentablemente, no son percibidos y condenados como tales”, dijeron los autores.

Al profundizar en el género de las personas que indicaron haber experimentado algún tipo de discriminación, el 57,6% se identificaron como mujeres. “La diferencia en los niveles de discriminación percibida en función del género es una constante en los estudios sobre discriminación y constituye una verdadera problemática. Sistemáticamente, las mujeres reportan haber sido víctimas de discriminación en mayor medida que los hombres”, explicaron en el informe.

Por último, las redes sociales e internet aparecieron como el ámbito principal en el que los participantes refirieron haber sido víctimas de discriminación. La investigación infiere que, en la actualidad, las redes sociales constituyen un espacio virtual donde, por un lado, se potencian las polarizaciones políticas y se vehicula la descarga emocional, y por otro, se potencian los estereotipos sobre la juventud y los ideales de belleza imperantes.

Ámbitos en los que se experimentó discriminación
El ámbito principal en el que los participantes refieren haber sido víctimas de discriminación fueron las redes sociales e internet (23,7%), seguido por el espacio público (21,1%), el ámbito laboral (16,5%), el ámbito familiar (14,3%), el ámbito educativo (12,3%), y los amigos (12,1%).

Ungaretti dijo que existen muchas estrategias para abordar esta problemática, pero la más importante es la visibilización. “En la medida en que quienes desarrollan las políticas públicas no lo visibilicen, esto no va a cambiar. Una de las estrategias por excelencia tiene que ver con el contacto entre los grupos y las publicidades que ayudan a derribar los estereotipos. Es un esfuerzo que no está solo al interior de los individuos sino que depende mucho de los estados y las instituciones, que son muchas veces quienes no solo no accionan para disminuir la problemática sino que muchas veces terminan promoviendo situaciones de conflictividad”, dijo el especialista.

El cierre del Inadi
El 22 de febrero, el Gobierno nacional anunció el cierre definitivo del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). Consultados al respecto, el 52,6% de los participantes del estudio de la UBA estuvo de acuerdo con el cierre del organismo, aunque la mayoría (60,9%) consideró que se deben seguir destinando recursos económicos para las víctimas de discriminación.

En relación al arancelamiento de la salud pública, casi 7 de cada 10 argentinos considera que se debe cobrar a los extranjeros por el uso del sistema de salud público. La cifra prácticamente se replica para el caso del sistema educativo si se suma a quienes consideran que se debe cobrar por el acceso a todos los niveles (40,8%) y quienes consideran que solo se debe cobrar por el acceso a la educación pública superior (27,9%).

Percepción y autopercepción
Otro aspecto curioso del trabajo es la percepción que tienen los argentinos entrevistados sobre el resto de los argentinos. Surgen calificativos muy negativos como autoritarios, prejuiciosos, discriminadores, agresivos, egoístas, machistas y, el que acapara la mayoría de las respuestas, haters (odiadores).

La constante es que la autocrítica es deficitaria. A la inversa, cuando se pregunta por los aspectos positivos de los argentinos, los entrevistados siempre se consideran mejores que el promedio: más empáticos, tolerantes, generosos, respetuosos, humildes y feministas.

En cuanto a los niveles de prejuicio, se observa que se presenta en mayor medida hacia los inmigrantes latinoamericanos, seguido por el prejuicio hacia personas con discapacidad intelectual y el prejuicio hacia las mujeres. La similitud en los resultados, comparados con el estudio realizado hace cuatro años, da cuenta de que el prejuicio hacia determinados grupos sociales en nuestro país constituye un problema estructural. Se observaron diferencias en casi todos los niveles de prejuicio según el género. Estos resultados coinciden con estudios previos, que demuestran que, en general, los hombres suelen ser más prejuiciosos que las mujeres.

 

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