Del 7 al 12 de abril, universidades y organismos de investigación de todo el país abrirán sus puertas en el marco de la Semana Nacional de la Ciencia 2025, una iniciativa promovida por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Sin embargo, este año el evento no solo busca acercar el conocimiento científico a la comunidad, sino también instalar una pregunta urgente: ¿puede la ciencia argentina sostenerse en medio del ajuste y el desfinanciamiento?
Un sistema de excelencia en riesgo
Argentina tiene una trayectoria científica reconocida a nivel mundial. Desde las universidades hasta los institutos de referencia, la producción de conocimiento ha sido un pilar del desarrollo nacional. Pero hoy ese modelo enfrenta una crisis sin precedentes: recortes presupuestarios, paralización de proyectos y una creciente incertidumbre sobre el futuro de la investigación.
En este contexto, la Semana Nacional de la Ciencia no es solo una celebración del conocimiento, sino una oportunidad para visibilizar la fragilidad del sistema científico y el impacto que puede tener su debilitamiento. Las actividades incluirán talleres, charlas, ferias, muestras interactivas y debates, con el objetivo de acercar la producción científica a la sociedad y reforzar la importancia de sostenerla en el tiempo.
Ciencia y soberanía: una ecuación en disputa
Detrás de cada descubrimiento hay años de inversión, equipos de trabajo y financiamiento. Sin recursos, la ciencia no avanza, y sin ciencia propia, el país queda atado a desarrollos externos. La ecuación es clara: quien controla el conocimiento, controla el futuro.
El debate sobre el rol de la ciencia en el desarrollo nacional se vuelve central en un contexto en el que las políticas de ajuste afectan su continuidad. Mientras el gobierno posterga el cumplimiento de la Ley de Financiamiento de la Ciencia y el Plan Ciencia 2030, universidades y centros de investigación enfrentan la parálisis de proyectos estratégicos. La pregunta es inevitable: ¿hay una decisión política de reducir el papel del sistema científico en la estructura productiva del país?
La articulación entre ciencia, industria y Estado ha sido clave para el crecimiento de sectores estratégicos como la biotecnología, la nanotecnología y la inteligencia artificial. Pero sin financiamiento y sin una planificación a largo plazo, la posibilidad de sostener estos avances se desvanece.
Más allá de la denuncia: construir el futuro
La Semana Nacional de la Ciencia 2025 no solo pone sobre la mesa el problema del desfinanciamiento, sino que también busca reafirmar el rol de la ciencia en el desarrollo productivo y social del país.
El desafío es doble: defender lo construido y proyectar un modelo en el que el conocimiento sea el motor del crecimiento. Esto requiere políticas de Estado que trasciendan los ciclos políticos y garanticen la inversión sostenida en ciencia y tecnología. También demanda una mayor integración entre el sector académico, el sector productivo y la sociedad, asegurando que los avances científicos se traduzcan en mejoras concretas para el país.
Si la ciencia es soberanía, la pregunta es quién define su destino. La Semana Nacional de la Ciencia no solo invita a conocer y celebrar el conocimiento, sino también a preguntarnos qué país queremos construir y qué rol tendrá la ciencia en ese futuro.