El Senado de la Nación se prepara para recibir dos de los proyectos más sensibles que llegaron con media sanción desde Diputados: la ley de financiamiento universitario y la emergencia presupuestaria del Hospital Garrahan. Ambos textos fueron aprobados por amplias mayorías, pero su tratamiento en la Cámara Alta se enfrenta a un clima político tenso, atravesado por la campaña electoral y por la dura crítica que el presidente Javier Milei realizó en cadena nacional.
“El Congreso impulsó un conjunto de leyes dirigidas a destruir el superávit fiscal que tanto esfuerzo nos ha costado a los argentinos”, afirmó Milei, dejando en claro el rechazo del Ejecutivo y anticipando posibles vetos.
Debate contrarreloj y tensiones internas
Desde el interbloque que conduce José Mayans (UxP) buscan acelerar los tiempos y discutir ambas iniciativas la próxima semana, antes del cierre de listas del 17 de agosto. El objetivo es forzar un posicionamiento político en plena campaña y, de paso, capitalizar la disputa con el oficialismo libertario.
Sin embargo, senadores de otros espacios opositores moderan las expectativas. “En el mejor de los casos, esto va a llevar dos o tres semanas”, advirtió un legislador que alguna vez integró el grupo de los 39 pero que hoy se ubica en la vereda de enfrente de Milei. El tiempo parlamentario dependerá del giro a comisiones y del consenso para habilitar un tratamiento exprés.
Un proyecto universitario con amplio respaldo
El financiamiento universitario —redactado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)— fue aprobado en Diputados por 158 votos a favor, 75 en contra y 5 abstenciones. La propuesta eleva el presupuesto del sistema al 1% del PBI, crea fondos especiales para carreras estratégicas y convoca a paritarias docentes y no docentes.
Incluye además una recomposición salarial desde el 1 de diciembre de 2023 hasta la sanción de la ley, con actualización bimestral por inflación y la obligación de incorporar en 2025 todas las sumas no remunerativas al básico.
La norma también define que los recursos se destinarán a funcionamiento de establecimientos universitarios, hospitales universitarios, ciencia y técnica y extensión universitaria, con control externo de la Auditoría General de la Nación.
El texto llega al Senado con expectativas de aprobación. Las universidades nacionales, que asisten a más de 2,5 millones de estudiantes, vienen denunciando una fuerte caída en sus ingresos y retraso salarial histórico, con advertencias sobre el riesgo de continuidad del ciclo lectivo 2025.
El Garrahan y un posible veto presidencial
La segunda iniciativa declara la emergencia presupuestaria del Hospital Garrahan, recomponiendo salarios del personal y garantizando recursos para su funcionamiento. Fue aprobada en Diputados por 159 votos a favor, 67 en contra y 4 abstenciones, alcanzando los dos tercios necesarios para insistir en caso de veto.
El Gobierno objeta el impacto fiscal: según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la medida tendría un costo anual de 133 mil millones de pesos.
Clave electoral y riesgo de veto
En la Casa Rosada observan con preocupación que la oposición haya quedado a un solo voto de alcanzar en Diputados los dos tercios que le permitirían superar los vetos de Milei, algo que podría repetirse en el Senado.
El tratamiento de estas leyes no sólo definirá el futuro del financiamiento universitario y de un hospital de referencia nacional, sino que pondrá a prueba la capacidad del oficialismo para sostener su programa de ajuste frente a un Congreso cada vez más activo en su contra.