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Premiaron a dos médicas intensivistas del Hospital Universitario de la UNLaR

Las doctoras Claudia Fernández y Natalia Llanos, del Hospital escuela y de Clínicas “Virgen María de Fátima”, recibieron el premio “Presidente 2021”, otorgado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva
Las doctoras Claudia Fernández y Natalia Llanos, del Hospital escuela y de Clínicas “Virgen María de Fátima”, recibieron el premio “Presidente 2021”, otorgado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva

El premio “Presidente 2021” se otorga cada dos años por la SATI (Sociedad Argentina de Terapia Intensiva) y en esta oportunidad fue entregado a las médicas intensivistas Claudia Fernández y Natalia Llanos, por su compromiso y dedicación como médicas intensivistas y por su trabajo en la atención de pacientes Covid-19 en el nosocomio durante la pandemia. El reconocimiento tuvo lugar  durante el Congreso Argentino de Terapia Intensiva, el pasado 20 de noviembre, que se realizó en forma virtual.

“Para nosotros, los intensivistas, es muy importante recibir ese premio. Es como un ‘Martín Fierro’”, expresaron las profesionales.

Asimismo, Llanos explicó: “en este caso, fue otorgado por nuestra tarea adentro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, ya que mientras transcurría la pandemia hubo muchas acciones que organizar para que la provincia no quedara afuera de todo el lineamiento de la Sociedad Argentina de Terapia”; y precisó que en esta distinción participan todos los miembros de la sociedad científica, pero es el Presidente (Alberto Fernández) quien decide a quien reconocer.

En tanto, consideró: “no es sólo un premio nuestro sino para los que trabajan en el Fátima, en la parte privada, en el Vera Barros, en el interior, con quienes creamos lazos para que el Covid no nos arrastrara a todos al peor lugar”.

Para finalizar, indicó que el Hospital Universitario “cuenta con 12 médicos intensivistas, algunos tienen la especialidad completa y otros son médicos que desarrollan la actividad, pero aun no son especialistas, porque no hicieron la residencia o no pudieron acreditar ante la Sociedad Argentina de Terapia, pero en la pandemia hicieron terapia y tenían la habilitación para desarrollar la actividad en que no es lo mismo que ser intensivista”, detalló Fernández.

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