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Publican en The Lancet un estudio de la UNQ sobre el uso de Ivermectina para combatir el Covid19

Investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), junto a colegas argentinos, han contribuido con un estudio para combatir el COVID en una de las revistas internacionales de mayor impacto: eClinicalMedicine publicado por la revista científica The Lancet.
Investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), junto a colegas argentinos, han contribuido con un estudio para combatir el COVID en una de las revistas internacionales de mayor impacto: eClinicalMedicine publicado por la revista científica The Lancet.

Investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), junto a colegas argentinos, han contribuido con un estudio para combatir el COVID en una de las revistas internacionales de mayor impacto: eClinicalMedicine publicado por la revista científica The Lancet.

Un equipo liderado por Daniel Alonso, director del Centro de Oncología Molecular y Traslacional (COMTra) de la UNQ, participó de un ensayo clínico que demostró la capacidad de la ivermectina para combatir el Covid en etapas tempranas de la infección. El proyecto fue realizado por un consorcio público-privado entre los que hay profesionales y expertos de esta casa de estudios. Para poder llevarlo adelante fue vital el financiamiento de la Agencia I+D+i, en el marco de la Convocatoria de Ideas-Proyecto COVID-19 de la “Unidad Coronavirus” por un monto de seis millones de pesos.

Daniel Alonso y Georgina Cardama (integrante de COMTra y directora de la Plataforma de Servicios Biotecnológicos) fueron los dos investigadores UNQ que integraron la prestigiosa publicación y el estudio con ivermectina. Se trata de una droga antiparasitaria que se suele emplear en medicina humana y veterinaria que, desde comienzos de año, se vio que podría servir para tratar la Covid. 

Tal como señala Alonso, “es una droga de reposicionamiento, con lo cual ya era conocida en el ámbito porque era aplicada para otros usos médicos, como parasitosis intestinales. Esa experiencia permitió ubicarla con velocidad y capitalizar todo lo que ya se conocía al respecto para la Covid-19”. Y luego continúa con el detalle de algunas de sus ventajas: “No hay que perder de vista que se trata de una droga barata. Si en el futuro llegara a funcionar, trasladarla a una aplicación en escala tendría un costo razonable y accesible”, aventura el especialista de la UNQ.

En marzo, precisamente cuando la pandemia iniciaba su despliegue en el territorio doméstico, un equipo de científicos australianos publicó resultados promisorios de ivermectina sobre células en cultivo. Desde el laboratorio (in vitro), se comprobaba la actividad antiviral de la droga para combatir la infección por el nuevo coronavirus. En esta línea, ¿cuál era el propósito del proyecto del que formó parte Alonso y compañía? “Nuestro objetivo no era ver si esto curaba la Covid sino ratificar que lo que el equipo australiano advirtió in vitro era trasladable in vivo con pacientes, es decir, que con su aplicación disminuía la carga viral. Una gran duda que se generaba y que pudimos despejar era si las dosis que ellos proponían eran realmente óptimas una vez que se diseminaba por los tejidos de las personas”, comenta. Con “las dosis”, Alonso refiere a la administración de 0.6 miligramos por kilo de peso, es decir, el triple de lo que se suele administrar del fármaco en condiciones normales. “Aquí fue fundamental el trabajo previo del doctor Alejandro Krolewiecki en Salta, que venía administrando dosis altas de ivermectina para tratar la parasitosis en niños de poblaciones vulnerables del país. Ellos predecían que la tolerancia podía ser muy buena para la Covid y finalmente así fue”, narra destacando el trabajo de su colega.

En qué se basó el estudio con ivermectina

Comprobaron en un ensayo clínico de 45 pacientes que elimina de forma más rápida y efectiva la presencia del virus en etapas tempranas de la infección (hasta el quinto día luego de los primeros síntomas). Esta fase se realizó en personas que manifestaban la enfermedad en forma leve o moderada y estaban aisladas en diferentes instituciones de la salud, como el CEMIC, el Hospital Muñiz (ambos en CABA) y Cuenca Alta (Cañuelas). A 30 de ellos se les suministró el fármaco mientras que a la fracción restante no. Frente a ello, el grupo que lo recibió exhibió una respuesta antiviral muy positiva –la eliminación del virus en secreciones– en contraposición a aquellos que no recibieron el compuesto.

El proyecto de desarrollo y análisis en base a ivermectina es el fruto de una cooperación público-privada entre la Plataforma de Servicios Biotecnológicos de la UNQ, el Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (Civetan); el Laboratorio EleaPhoenix S.A.; el Instituto de Investigaciones de Enfermedades Tropicales (Universidad Nacional de Salta-Conicet); y el Laboratorio de Virología del Hospital Garrahan. Así lo detalla el referente de la UNQ: “Nosotros nos sumamos con cuerpo y alma a aportar nuestro granito, pero este trabajo es el producto de la articulación entre muchas instituciones con profesionales de primer nivel. Hay gente con mucha experiencia y con mucha experticia en el campo de la infectología, que se acopló muy bien con el ámbito empresario”.

Link a la publicación en The Lancet 

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