« »

Flavia Terigi: “Hay una visión muy limitada del Gobierno Nacional de que es lo que hace una universidad”

Las Universidades Nacionales atraviesan un clima de extrema preocupación y altísima austeridad forzada para funcionar en estos primeros meses del año, tras la prórroga del presupuesto ya reconducido del 2023 con el que intentan subsistir en 2024. Gran parte de las instituciones universitarias públicas ya se declararon en emergencia, e incluso, en algunos casos, sus consejos superiores dotaron de herramientas a rectores y rectoras para instar cualquier mecanismo de gestión que garantice la continuidad de la mayoría de las actividades.

Una de las primeras universidades públicas en hacer una declaración de emergencia y solicitar al gobierno nacional que arbitre las formas que le convengan para mejorar la partida presupuestaria fue la Universidad Nacional General Sarmiento. Data Universitaria, se contactó con la rectora Flavia Terigi por esta situación, quien además pudo subrayar algunos datos interesantes del crecimiento institucional y el desarrollo regional de la casa de estudios de Los Polvorines, provincia de Buenos Aires.

En esa línea, Terigi destacó el crecimiento de la UNGS en sus 30 años de historia y sostuvo que, a partir de ahí, buscaron consolidarla con la creación de nuevas carreras pensadas hacia el desarrollo regional, como las vinculadas con la gestión en salud, gestión ambiental, arquitectura y lenguas extranjeras. Pero para poder continuar con este objetivo de consolidación, abriendo nuevas propuestas, generando concursos docentes y licitación de programas de investigación, las Universidades requieren un presupuesto más cómodo para poder articular todo eso.

“A veces necesitas una cantidad muy acotada de cargos, por la capacidad instalada que tenés, pero, necesitas equipos, por ejemplo, si abriéramos arquitectura, una de las carreras que hemos creado, necesitaríamos incorporar licencias para que los estudiantes puedan trabajar con sistemas de diseño” explica Terigi. Sumo a esto, el ejemplo de carreras que requieren desarrollar perfiles nuevos, como el caso en la UNGS con el área de lengua extranjera, en particular, los profesorados de educación superior, para primaria y secundaria de inglés.

“Tenemos gente muy preparada en la lengua extranjera, pero la Didáctica de la Lengua Extranjera, en este caso, el inglés, en particular en la escuela primaria o en la escuela secundaria, no tenemos especialistas en eso”, comenta y agrega “ahí tenés que convocar, abrir un concurso y encontrar un profesor”. “Lo que hacemos las universidades cuando creamos carreras así es generar lo que se llama un contrato programa, que es una suerte de acuerdo que firmas con la autoridad, en este caso sería con la Subsecretaría de Políticas Universitarias, para obtener los recursos para el desarrollo de estas carreras”, señala.

Detalló en ese sentido que “todos esos contratos programas están en este momento suspendidos e inclusive los que ya teníamos firmados están, por ejemplo, en una segunda etapa, y todavía no hemos visto la transferencia de fondos”.  Con este congelamiento de las partidas y la reconducción del presupuesto 2023, las Universidades están funcionando de forma acotada. “Nosotros nos habíamos preparado a fin de año, en el marco del agravamiento de la situación de vida de muchos y muchas de nuestros estudiantes, habíamos preparado para algo así como lo que pasó en la pandemia, en disponer de recursos adicionales en la universidad para apoyar las trayectorias académicas de nuestros y nuestras estudiantes. Lo que no esperábamos, es que la prórroga del presupuesto nacional viniera de la mano de un congelamiento de la cuota de gasto de funcionamiento”, lamentó Terigi .

“En otras oportunidades que hubo prórroga del presupuesto, y en la última década hubo, por lo menos, un par de veces, se actualizaba la cuota de gasto de funcionamiento”, aseguró. La cuota de gasto de funcionamiento, en pocas palabras, es un aporte en el presupuesto de las universidades que va destinado a cuestiones que no son los salarios, y como dice la rectora de UNGS “abarca las cosas más diversas, desde la seguridad, el firewall para que no te intrusen los sistemas, las becas de los estudiantes, la luz, el teléfono, el corte de pasto, la fumigación, la apertura de nuevos cursos cuando por algún motivo en un momento determinado tenés que desdoblar una comisión”.

Casi de forma habitual, en los últimos presupuestos universitarios la cuota de gastos de funcionamiento giro alrededor del 10% de la masa salarial, algunas veces más y otras veces menos. “La universidad tenía en enero del año pasado una masa salarial de 380 millones de pesos, y entonces tu cuota de gasto será aproximadamente 38 millones de pesos. Hoy tenemos una masa salarial 1.200 millones de pesos, porque el año pasado hubo paritarias -y este año también- que produjeron incrementos salariales, pero la cuota de gasto de funcionamiento quedó congelada en 38 millones, en un contexto de alta inflación. Si tenés el mismo dinero, pero los precios están estables, en todo caso seguís pagando las mismas cosas, pero cuando todo ha ido aumentando en el orden del 250 o del 270 por ciento interanual, lo que tenés es mucho menos dinero para afrontar los gastos”, describe Terigi

La Universidad de General Sarmiento, pese a haber declarado la emergencia económica hace algunas semanas atrás, hasta ahora ha priorizado comenzar las clases. “Nosotros le hemos puesto mucha energía y recursos a poder arrancar las clases, pero entonces hemos cercenado otras cosas”, dice la rectora Terigi, cuando enumera una serie de cosas en las que tuvieron que ajustarse como el servicio de vigilancia y el de limpieza, la apertura de nuevas comisiones en algunas carreras, algunos tipos de becas, y programas de servicio a la comunidad. “Prácticamente todo lo que no sea formación, por una primera etapa, por lo menos, lo estamos postergando, lo estamos interrumpiendo”, declaró.

Para la funcionaria universitaria el problema está en que una Universidad no es sólo un lugar que enseña, “3 o 4 meses podés priorizar la formación y no comprar insumos para investigar o no tener becarios que se forman como nuevos investigadores, pero, después de ese tiempo se empieza a resentir todo, porque la Universidad enseña porque investiga, si no es así, no tiene mucho sentido que la universidad se considere universidad”, manifestó y subrayó que “hay una visión muy limitada del Gobierno Nacional de qué es lo que hace una universidad”.

En muchas Universidades, sus autoridades declararon alarmadas que podrían funcionar hasta mayo o junio con este financiamiento, y según Terigi, consultada sobre esto, “lo que quieren decir es se pueden afrontar los gastos de funcionamiento reduciendo cosas, como yo decía hace un ratito, hasta tal mes. Pero llegás hasta mayo haciendo mucho menos de lo que hacías, entonces, es un llegar hasta mayo medio complicado”.

“Nosotros llegamos hasta que aumenten los servicios. Tenemos una cuota mensual de luz de aproximadamente 4 millones y medio de pesos y, estamos calculando, con los incrementos que anuncia el gobierno, que esa factura va a pasar a más o menos 12 millones y medio de pesos, eso es un golpe de nocaut, o sea, de pronto tener que destinar 8 millones de pesos de los 38 que tenés congelados al año pasado y a un gasto que hasta ese momento te llevaba cuatro y medio es de nocaut. Si me preguntás cuándo termina esto, cuando la primera factura empiece a tener un volumen que nosotros no podamos pagar ¿Qué hace una universidad si no tiene luz?”, exclamó la rectora

“Hay universidades que han interrumpido el turno nocturno, es una manera de gastar menos luz, no podés estar sin luz es prohibitivo”, sostiene y concluye. “Nosotros hemos planteado esto a las autoridades universitarias, me da la impresión de que entienden la gravedad de la situación, creo que hay una decisión que está por encima, del Ministerio de Economía o de quien sea que toma las decisiones, del Presidente imagino yo, de que ciertas cosas aunque sea muy urgente se postergan en virtud del famoso déficit cero, pero la pregunta es ¿Cuándo algo empieza a hacer irreparable? Si no podemos pagar la luz y tenemos que interrumpir todas las actividades, empezamos a no poder funcionar más”.

Noticas relacionadas