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Importante caída de las transferencias de Nación a las Universidades en febrero

Los gastos de la administración nacional siguen dejando en evidencia el fuerte recorte que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. La caída en las partidas destinadas a las universidades durante enero enciende una luz de alerta en las provincias.
Los gastos de la administración nacional siguen dejando en evidencia el fuerte recorte que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. La caída en las partidas destinadas a las universidades durante enero enciende una luz de alerta en las provincias.

Los gastos de la administración nacional siguen dejando en evidencia el fuerte recorte que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. La caída en las partidas destinadas a las universidades durante enero enciende una luz de alerta en las provincias.

El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, advirtió que el gobierno central publicó los montos de las transferencias de gastos de funcionamiento para universidades del mes de febrero.» Será exactamente el mismo monto congelado que el de febrero de 2023.

«Esta transferencia tiene una caída real del 72% en el valor de la transferencia mensual, representando menos de un tercio respecto de la de febrero de 2023», dijo el ex diputado nacional.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, en base devengado, a las universidades nacionales corresponden partidas en enero (por todos los conceptos) por $146.850 millones, lo que a valores constantes supone una pérdida del 16,5%.

En una revisión del Instituto Argentino de Análisis Fiscal «las transferencias a universidades nacionales fueron las menores de los últimos 9 años. Respecto al punto máximo de la serie en 2018, estuvieron un 41% abajo. En relación al promedio, la baja fue del 32%».

Según los datos referidos por estos, las transferencias de Nación a universidades de todo el país apenas superaron los 145 mil millones de pesos el primer mes de este año, casi un 31% por debajo en relación al mismo mes del año pasado.

Yacobitti apuntó que «los gastos de funcionamiento representan las erogaciones esenciales para mantener el funcionamiento básico de los edificios (luz, agua, limpieza, mantenimiento mínimo) y conceptos entre otros como, por ejemplo, becas.

«No incluye programas especiales, ni obras de infraestructura. Tampoco incluye el funcionamiento de los hospitales universitarios, que afecta particularmente a Universidades como la UBA, siendo que la inflación en salud supera ampliamente a la inflación general».

En los cálculos de Yacobitti, «mientras estas partidas no se actualizan, la inflación interanual va por encima del 254%. Nunca una asignación tuvo tan poco poder adquisitivo como ésta que acaba de aprobarse.

«Es importante remarcar que la misma podría mejorarse reasignando partidas discrecionales del mismo presupuesto de universidades (2023) ya prorrogado», sugirió.

 

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