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Pablo Yannibelli: “la universidad pública es una herramienta de desarrollo de las ciudades y regiones”

El  pasado 28 de septiembre se aprobó definitivamente la creación de cinco nuevas Universidades Nacionales para Argentina. Con la posterior publicación de la promulgación en el Boletín Oficial de la Nación en los primeros días del mes de octubre, las flamantes casas de altos estudios comenzaron el proceso que las llevara luego a ponerse en funcionamiento. En síntesis, hablamos de las universidades de Pilar, del Delta, de Ezeiza, de Madres de Plaza de Mayo, y de Río Tercero.

Esta última en particular, que surge de una reparación histórica a dicha localidad, tras un atentado a mediados de los `90 sobre la fábrica militar que allí asentaba, ya cuenta con importantes avances. La Universidad de Rio Tercero ya tiene rector normalizador, se trata del docente universitario y abogado, Pablo Yannibelli, quien hace algunas semanas atrás fue presentado a los riotercerenses en un encuentro con autoridades de la ciudad.       

En diálogo recientemente con Data Universitaria, Yannibelli destacó el accionar político y de gestión del intendente de esa localidad, Marcos Ferrer, y de la Diputada Nacional, Gabriela Brower de Konig, quienes fueron actores claves para la sanción de la ley. “Yo soy azul de la provincia de Buenos Aires y, casualmente, las dos Fabricaciones Militares de la Argentina están en Río Tercero y en Azul, entonces, también el propio hecho del atentado específico y esta posibilidad de reparación histórica, a través de la educación, me moviliza también en lo personal”, comentó.      

Yannibelli describe su designación como “un desafío enorme, que se da en un proceso del país agitado, con un cambio de gobierno nacional, provinciales y demás, pero que esto trasciende la cuestión de la coyuntura, es un proyecto y un hito en términos de Córdoba, de la ciudad de Río Tercero y de la región”. 

El rector organizador de la UNRT, estudio y se formo en la Facultad de Derecho de la UBA, hace casi 15 años que es docente universitario alli, en la Universidad de San Martin y en la San Antonio de Areco, además de otras instituciones universitarias de gestión privada y en otros niveles. “Tengo un compromiso y un vínculo muy fuerte con lo que es la educación pública, una bandera que me parece fundamental y que creo que es una de las políticas de Estado que tenemos consensuada en la Argentina, que es la universidad pública gratuita, cogobernada, con extensión universitaria e inclusiva, es una bandera que trasvasa cualquier tipo de sector y de perfil, y que termina siendo uno de los grandes consensos que tiene nuestro país y, Córdoba en particular, es la cuna de lo que tiene que ver con la universidad pública y el reformismo universitario”, sostuvo.  

– Data Universitaria: Hoy hay un replanteamiento de las funciones, los objetivos de la Universidad en sus pilares como la docencia, la investigación y la extensión, también se pone muy en duda a la educación pública en su calidad, ¿qué visión tenés de toda esta discusión?

– Pablo Yannibelli: Yo creo que la educación universitaria pública es de excelencia en Argentina, lo plantean rankings internacionales, las Universidades Nacionales de la Argentina están entre las primeras del mundo y eso lo vemos día a día. Por supuesto que, tiene un desafío enorme -la universidad pública- de mejorar día a día la gestión, de que esos recursos que se destinan a las universidades llegue, no solamente en la formación, el desarrollo de los profesionales que surgen ahí, sino también, en la posibilidad de la articulación con la sociedad toda, con los medios productivos, con la posibilidad de generar mejores condiciones, con que la investigación pueda transferirse en términos de conocimiento y de desarrollo para que toda la sociedad lo pueda utilizar y profundizar, me parece que hay ahí un punto. Pero, sí es cierto que amerita una gran discusión en lo que tiene que ver con la inclusión y la calidad. No sé si lo pondría solo en la universidad pública, creo que la educación en general, en todos los niveles, desde el preescolar, pasando por el primario y el secundario, me parece que es una de las discusiones fuertes y de fondo que nos debemos en la Argentina

– DU: ¿Qué es lo que hace el rector normalizador organizador de la Universidad en esta primera etapa?

–  Pablo Yannibelli: Lo primero que tiene que hacerse para normalizarse la Universidad es la posibilidad de tener un estatuto, que se elabora y se envía al Ministerio de Educación de la Nación, y junto con eso, un plan de desarrollo institucional que tiene una doble vía, que es CONEAU, con la evaluación que se hace del proyecto, la viabilidad, las correcciones respectivas y la aprobación posterior entre estos dos organismos. Eso lo que hace es consolidar, no solamente la propuesta educativa de carrera, sino también, todo el proyecto institucional de lo que significa la Universidad. Nosotros hablamos de cuatro niveles que estamos visualizando, que uno es de oficios, formación en pregrado, que serían las tecnicaturas, el grado, que es las carreras más tradicionales en el tiempo, y lo que es posgrado. Entonces, el trabajo es estatuto, plan institucional con la propuesta educativa y demás, la aprobación respectiva para normalizarlo, y junto con eso, hay que llamar a los concursos docentes, generar el plantel docente, por supuesto, establecer los cursos y ver cómo también se empiezan a dictar y se normaliza eso a partir de tener los estudiantes, que eso, una vez que está todo conformado, en la segunda etapa, que es la elección del gobierno de la Universidad a partir de la normalización. Pero la primera parte, es esta que te digo de la aprobación de lo que es el Estatuto y el Plan de Desarrollo Institucional de la Universidad

– DU: ¿Existen plazos ya estipulados de normalización en este caso?

– PY: No, el plazo no es rígido, depende mucho de esta situación de cómo se conformará el plan institucional, si se aprueban. Hay un montón de interacciones que hace la Universidad, por ejemplo, con otras universidades, con el resto de las universidades nacionales de la provincia. Nosotros estamos estableciendo canales de diálogo para poder dar con eso, e hicimos, por ejemplo, un estudio donde conocimos que en Córdoba hay entre grado, pregrado, posgrado y demás, 800 carreras más o menos de propuesta educativa. Entonces, lo que tenemos que ver es sobre qué sectores, cómo hacer las propuestas, cómo no se chocan esas propuestas educativas para no ser redundantes, y además, para no desperdiciar oportunidades, generar nuevas opciones, entonces, viene desde esa articulación de propuesta educativa con el resto de las universidades nacionales de la provincia. 

Tenemos el tema del sector productivo, y cómo dialogamos con eso, para que esas carreras también impactan en términos de desarrollo de todas las personas y de la posibilidad de desarrollo de las localidades y de la región. También, un proyecto que es una construcción de la comunidad, que también, las propuestas en términos educativos tienen una parte de satisfacción, digo, nunca es total, porque si no sería infinita la oferta. Pero sí, en donde poner las prioridades que se tienen como expectativas, como interés en la comunidad en donde se asienta, que es Río Tercero y la región.

– DU: ¿Cuál es el perfil al que apuntan tener, un perfil más industrial, más productivo tecnológico, de la ciencia sociales? ¿Cómo diseñan o tienen ideado eso?

– PY: Vamos a tener una oferta que no va a estar rígida en un solo perfil, pero si, tenemos una intención de poder hacerlo fuertemente tecnológico. En sí, la idea es poder ponerle esa mirada, vemos la necesidad de asociar lo productivo con lo tecnológico, y también, asociarlo con lo industrial que tiene la región, eso está como uno de los objetivos concretos para poder desarrollar la propuesta educativa. Obviamente, también vamos a tener propuestas vinculadas a lo que tiene que ver con ciencias sociales y humanidades para complementar. ¿Cómo se terminan armando las universidades? Hay distintos modelos. Tenemos los modelos tradicionales, que son las facultades en sí y que todos conocemos, pero también, están los modelos, que se utilizan mucho, que es la generación de escuelas, dentro de estas tenés departamentos, y ahi un poco tenemos una mirada, una expectativa de poder anclar escuelas que estén asociadas con estas temáticas que te decía, lo tecnológico, lo industrial, lo productivo, y parte de lo de Humanidades y Ciencias Sociales.

Hay un punto que me parece muy importante, que suma en la perspectiva de las nuevas universidades nacionales, y que tiene que ver con que están pensadas para desarrollar las regiones, hay una lógica de decir, “bueno cómo potencio la región, las posibilidades productivas, de también evitar el desarraigo de los jóvenes de sus ciudades”. A mí me pasó, tengo tres hermanos y todos nos fuimos a estudiar. Hoy mis padres están en mi ciudad, en Azul, y nosotros estamos todos en distintas ciudades, entonces, también la unión de la familia, la posibilidad de desarrollar tus expectativas personales en el lugar donde naciste, donde es tu casa, donde es tu lugar en el mundo, es fundamental para eso tener una buena propuesta, que se asocia a lo productivo, a la posibilidad de desarrollo en el lugar, y en definitiva, incluir esto de la universidad, la educación pública superior universitaria, como una herramienta de desarrollo de las personas de, en este caso, la ciudad y la región en la cual vamos a estar teniendo el mayor impacto

– DU: El sistema universitario argentino estuvo discutiendo internamente una serie de modificaciones y cambios en sus acciones, de hecho, recientemente salieron cuatro resoluciones ministeriales en tal sentido. ¿Están tomando en cuenta todo esto de acortar carreras, sistema de créditos, flexibilizar modalidades, en todo el plan de Universidad?

– PY: Sí, claramente, está en consideración, lo que nos planteamos en algún punto concretamente es esto cuando hablamos de tecnología, el dictado de la cursada, con la utilización de tecnologías existentes, y estos modelos híbridos que hay entre presencial y virtual para el dictado de las carreras en materias específicas y demás, está todo contemplado en el marco del trabajo que se viene haciendo. Lo que hay que ver también, es como esa nueva discusión o realidad que se presenta se lleva adelante, porque lo que no hay, o por lo menos no he visto, son tantos estudios de cómo impactó esa educación virtual en términos del rendimiento y de la sumatoria de conocimientos, no soy un especialista en el tema, pero, sí es cierto que hay que tenerlo en consideración porque, muchas veces, es una herramienta que sirve para poder acceder, pero, somos personas y, el tema presencialidad también genera otro tipo de condiciones en términos de la formación.

¿Cuál es la expectativa? La expectativa es que, además de poder generar profesionales más calificados para los sectores productivos, para la demanda privada o pública existente en la ciudad, en la región, también formemos personas con ese espíritu crítico, con esa mirada más amplia, con ese desarrollo individual desde el otro lugar, que no es solamente formar a alguien para el trabajo, sino también, formar una persona que tenga más herramientas al momento del pensamiento, de la adaptación a la incertidumbre que se nos genera a diario en la sociedad y a la adaptación a los cambios permanentes que tiene nuestra sociedad.

Entonces, ese ese mix es un poco también el desafío que se presenta al momento de pensar las carreras y el marco de la Universidad, y ahí, el tema del vínculo de lo personal, además de la posibilidad del desarrollo y la utilización de la tecnología, para lo que es la formación a distancia o virtual, nos parece también fundamental para desarrollar otro tipo de competencias y otro tipo de habilidades personales y profesionales de quienes transcurran por el devenir de la Universidad

– DU: Este año estuvo atravesado por lo electoral, con dos discursos diferentes muy marcados, con la educación como un eje de discusión y de disputa. ¿Cómo se posicionan o como ven esta intención de que se arancele la educación pública?         

– PY: Hoy las universidades públicas en la Argentina tienen un volumen mucho más grande que cualquier provincia argentina, de estudiantes, de docentes, y digo, en definitiva, es un volumen de personas que acceden a la educación que con eso se incluyen, que tienen todo el potencial que se desarrolla en la universidad pública, se hace muy difícil pensar que eso se revierta absolutamente. Que haya propuestas para generar algunos cambios, que se puedan visualizar como que generen mayor eficiencia en algún aspecto, la búsqueda de perfeccionamiento, de actualizaciones, creo que eso es parte de los procesos, pero veo muy difícil que, más allá de lo que se plantea a veces discursivamente, después eso baje y vaya en contra de una institución que está muy arraigada en nuestras sociedades, es el ejemplo de la propuesta que a mí me toca un poco desempeñar, del desarrollo de este rol de rector organizador de la Universidad Nacional de Río Tercero, esa propuesta está anclada en la ciudad y en la región, es una propuesta que repara una situación histórica, pero que además, va muy fuerte sobre el arraigo, que hablábamos, la unión familiar y el desarrollo de lo que es toda esa región y, que además incluye a un montón de chicos y no tan chicos en la posibilidad de acercarse a una herramienta que les dé desarrollo personal y más potencialidad en términos de empleabilidad. Entonces, yo lo veo bastante complejo de que volvamos a viejas épocas en donde había embates sobre lo que era la universidad pública argentina. La verdad que no lo termino de visualizar como una posibilidad que exista.

También es cierto que, lo que se discutía, si lo sintetizamos, era continuidad o cambio en términos nacionales, pero el cambio no a cualquier precio y, me parece que, eso es más de la sociedad que de los propios dirigentes, sea quien sea. Ya se mostró con las elecciones, hoy por hoy, el voto no tiene que ver con las tradiciones que teníamos históricamente, hoy las personas toman con total libertad el ejercicio de la soberanía, y es bueno que así sea, de decir “bueno yo voto de acuerdo a lo que me parece”, más allá aún de algunas instituciones, como los partidos políticos y demás. Me parece que, con la universidad pública es complejo abordar eso, con esta historia que hemos tenido muchas veces de embate, de intento de recortes y demás, porque, en definitiva, estamos recortando un ámbito que genera y que produce. 

Me contaban lo que impactó, por ejemplo, la creación de la Universidad de Villa María y cómo fue eso revulsivo, en el buen sentido, para la producción y el desarrollo de la ciudad. En definitiva, hoy por hoy las propuestas educativas dejan de ser una cuestión meramente educativa, es algo que genera un desarrollo, un movimiento económico y un montón de otras perspectivas y de esperanza en las comunidades, que es muy difícil ir en contra de eso, así que lo veo desde ese lugar. En caso contrario, nos tendrá como siempre defendiendo las banderas de la educación pública y de calidad en la Argentina, que es un símbolo, que a todos nos posibilitó y posibilita mayor inclusión, pero, además es un motivo de orgullo histórico, es parte también de la historia, más en Córdoba en particular, que es la cuna de un hito en nuestra historia del cual todos nos sentimos orgullosos, como lo es la reforma universitaria y todo lo que eso después dio en el tiempo. Yo lo veo muy difícil que se practique, más allá de lo que se diga, por supuesto que, hay que estar muy atento y la responsabilidad de poder defenderla mejor situación para lo que es la Universidad y la educación superior, sin descuidar y sin dejar de plantear las necesidades que tenemos en nosotros niveles educativos de potenciar y mejorarlos no seguro.

 

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